domingo, 13 de noviembre de 2016

Conversaciones de interior, más allá del tiempo y del espacio, con Francis Bacon (VII)

Llego y entre brumas veo a Serafín y a todos mis hermanos, ahí están día y noche, sonrientes. También vislumbro a mis hijos que hasta que lleguen me están sosteniendo. Qué bien ser familia numerosa y además como una piña. 
Me da vergüenza decirlo pero de momento yo solo quisiera dormir arropada entre los goteros de paracetamol y Nolotil. Agarrarme a ellos como una posesa.
A través del Port-card noto cómo suben a través de mi aorta y disuelven mis entrañas. Necesito descansar, armarme con mi cuerpo y mi rasmia y seguir la batalla.
Es una carrera de fondo, en momentos victoriosa y en otros menos, pero tengo que llevar unidos de la mano mi carne y mi alma, disfrutándolos por mucho tiempo más.
Bacon me saluda con la mano. Todo esto ha sido casi verídico. Y yo me siento más libre al soltar este lastre que me atenazaba.
Yo lo he vivido, a lo mejor mi mente ha jugueteado conmigo entre dos acontecimientos cercanos en el tiempo, pero en ese mundo subliminal que todos llevamos dentro, esta noche ha sido real y permanecerá en mi álbum de memoria infinita.
Otra vez y ya con el ancla subida y saliendo de la ría, voltea el sombrero al aire, en un carambola digna de un hombre, donde el arte y el amor fueron su don y su guía.
Y yo ya no tengo palabras, solo sentimientos para agradecer lo fácil que me están haciendo este camino todos los que me rodean día a día, inventando cada mañana aventuras nuevas; sin olvidar a todas las amistades en la distancia con sus energías positivas.
¡¡Gracias!! 

1 comentario:

  1. Menudo personaje eres tan llena de energía,optimismo...Me encanta el haberte conocido,personas como tu: nos cambias,cambias el mundo.Bstes

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