martes, 24 de noviembre de 2020

25 de Noviembre: Día internacional de la violencia de género

Otra vez 25 de noviembre y sigue la lucha contra la violencia de género. Y en este año de pandemia tan extraño en muchos sentidos, deberíamos concienciarnos de lo grave que sigue siendo este problema, aunque algunos sigan sin verlo así, porque, aún en estas circunstancias y favorecido por el confinamiento y demás encierros, el problema ha seguido creciendo e incluso agravándose sin dar tregua.
Carmen, ya hemos hablado en este blog tanto tú como otras personas de este día internacional contra las violencias machistas , así que este año dejaremos que lo “cante” Rozalén en La Puerta Violeta, que lo dice muy bien.
   
Transcribo sus palabras cuando presentó el vídeoclip de la canción:
“El machismo que todo lo quema. La mano en el cuello que con sutileza nos impide respirar. La venda que no nos deja ver. Una culpa que aprieta y paraliza nuestros pies. Una flor que se marchita, un árbol que no crece. Un castigo que se nos impone. El verso que nos tacha y nos anula. Las cadenas, las grietas, las arrugas, el corsé... las mujeres que lucharon por nuestros derechos y susurran en la nuca. Las humilladas, esclavas, cosificadas, asesinadas... siempre presentes”.
Me gusta esta letra porque, a pesar de describir el horror de un ataque de violencia machista, nos deja con la esperanza de poder abrir esa puerta violeta feminista, y con poder sanador y liberador.
La Puerta Violeta (Rozalén)
Una niña triste en el espejo me mira prudente y no quiere hablar
Hay un monstruo gris en la cocina
Que lo rompe todo
Que no para de gritar 
Tengo una mano en el cuello
Que con sutileza me impide respirar
Una venda me tapa los ojos
Puedo oler el miedo y se acerca 
Tengo un nudo en las cuerdas que ensucia mi voz al cantar
Tengo una culpa que me aprieta
Se posa en mis hombros y me cuesta andar 
Pero dibujé una puerta violeta en la pared
Y al entrar me liberé
Como se despliega la vela de un barco
Desperté en un prado verde muy lejos de aquí
Corrí, grité, reí
Sé lo que no quiero
Ahora estoy a salvo 
Una flor que se marchita
Un árbol que no crece porque no es su lugar
Un castigo que se me impone
Un verso que me tacha y me anula
Tengo todo el cuerpo encadenado
Las manos agrietadas
Mil arrugas en la piel
Las fantasmas hablan en la nuca
Se reabre la herida y me sangra 
Hay un jilguero en mi garganta que vuela con fuerza
Tengo la necesidad de girar la llave y no mirar atrás 
Así que dibujé una puerta violeta en la pared
Y al entrar me liberé
Como se despliega la vela de un barco
Desperté en un prado verde muy lejos de aquí
Corrí, grité, reí
Sé lo que no quiero
Ahora estoy a salvo 
Así que dibujé una puerta violeta en la pared
Y al entrar me liberé
Como se despliega la vela de un barco
Amanecí en un prado verde muy lejos de aquí
Corrí, grité, reí
Sé lo que no quiero
Ahora estoy a salvo.