Hoy es diez de marzo de 2015
Hoy cumplirías ochenta años
Hoy somos más niñas que ayer
Hoy nos acordamos de casi todo
Hoy pensamos en ti y en todo lo que contigo
amamos
y casi llegamos a odiar
Hoy somos tus hijas
Hoy somos tu herencia y eso no lo olvidamos
Hoy somos Ana, Ángela y Paula,
y lo
somos gracias a ti y a mamá
Hoy seguimos por lo mucho que nos diste
Hoy sabemos que fuimos un todo a pesar de
todo y de todos
Te extrañamos y eso duele.
Ana, Ángela, Paula
Labordeta de Grandes
Así empieza, con la emoción vibrando en la
piel, el libro
“Amigo Labordeta”
(Recuerdos de más de 80 compañeros de viaje)
Con
una portada de José Luis Cano y una contraportada escrita por Juana de Grandes,
su mujer y compañera.
Tras la presentación del editor, Lorenzo
Lascorz, en la que nos explica el por qué de este libro, que no ha sido otro
que el plasmar los sentimientos de los amigos más invisibles hacia José Antonio,
y ponerle voz a la protesta individual por su ausencia, por su marcha, aunque
siga estando tan presente
Comienza el prólogo, Eloy
Fernández Clemente, compañero de aventuras, de trabajo y de sueños pues juntos
fundarían “Andalán” y realizarían tantos proyectos ya desde las tierras arcillosas
de Teruel hasta su final, diciendo que
fue un profesor de adolescentes a los que abrió horizontes pero también
cantautor, viajero pegado a su “mochila”, diputado en Cortes y también fue, y
es, eso y más…
Eso y más, que vamos leyendo a lo largo de las
páginas donde compañeros de la canción, periodistas, estudiantes reunidos en
asociaciones como exiliados fuera de Aragón debido a sus estudios, tanto en
Madrid, Valencia o Barcelona, y personas de lo más diverso escriben con la
nostalgia se unos tiempos de lucha pero sobre todo de ilusión..
Es
impresionante la figura poliédrica de nuestro Labordeta. Cada uno de los
autores va desgranando detalles y anécdotas que vivió con él, bien mediante el
recurso de la entrevista, poemas,
canciones...Algunas nos son desconocidas, lógico, pues José Antonio era
internacional, no pertenecía a nadie y a la vez a todos.
En la soledad y el silencio de las altas
horas de la madrugada, lejos ya del bullicio veraniego, y con una noche estrellada
(..tiritan a lo lejos....Pablo Neruda) acurrucada en nubes y con el sonido de la mar de fondo, pienso....
¡Cuán generosa se mostró su familia, en
especial Juana, para compartir con todos a “su hombre", a ese
"hacedor de palabras", a ese "rompedor de moldes sin
ariete", y éramos tantos...
Tantos que crecimos con los ecos de Labordeta
y toda esa tribu de profesorado que entonces rondaban por los terueles, sin
olvidarme de José María Pérez Calvo, el que apenas nombran en este "parnaso", pero que
con su amabilidad y afecto nos fue despejando los entresijos de la filosofía y
por lo tanto de la vida. Otro día
hablaré de él.
Tantos que llegamos a querer y a sentirnos
orgullosos de nuestra tierra, enlazando
el vínculo atávico con nuestras raíces a través de sus canciones, las que
fueron conformando la banda sonora de nuestro devenir.
Tantos a los que nos enseñó "a
soñar" que se podían tocar las estrellas aunque parezca una utopía, pero
que también hay banderas rotas, recosidas con coraje y con rasmia.
Esos tantos que como dice La Bullonera en una
de sus canciones... "están aquí los de Huesca y de Teruel, como los
Zaragozanos y de otros sitios más".
No se me nota nada mi admiración hacia José
Antonio y el placer al leer este libro, porque ha sido como un flash-back a mi juventud a través de
las líneas escritas por otros, con los que tenía algo en común, ese sentimiento
que el mismo Labordeta relataba en su poema vallejiano
"Nos haces una falta sin fondo".
Me gusta porque hablas con tanta emoción de él, que me han dado una ganas enormes de empezar a leer el libro. comparto tus reflexiones al 100%
ResponderEliminarMe gusta este reflexión. Es muy emotiva. Y que bien escrita.
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